Estado civil... sola.

Una etiqueta más... soltera.
En cuanto fue dado de alta, llegaron la lluvia de felicitaciones, pésames y comentarios en general.

Pero la soltería no es un anuncio de promoción para dejar de estarlo!
Más que un estado civil, la soltería es un estado anímico, emocional; es espacio de convivencia con la persona misma.

Una amiga comento de manera irónica y sincera, estado: en un noviazgo conmigo misma. O lo que es igual: en una relación conmigo misma.

La soltería es fuerte y un arma de doble filo. Puede alejarte más de tí mismo, o acercarte.

Cuántas invitaciones he aceptado y rechazado para salir y distraerme, para no estar triste, para divertirme y no pensar, para pasarla bien, para conocer gente...

Al inicio creí que mi psicóloga mentía al decirme "necesitas pasar tiempo a solas contigo misma", y me desbordaba de salidas, nunca estaba en casa, no tenía tiempo para ocuparme en sentir... me...

Un día ya no pude más y me vencí a todo. Deje caer todo. Callé las voces que me distraían de escuchar la mía. Deje de salir, de correr, de pelear y hasta de comer.

Cuando ya no tuve nada; no sabía que me gustaba o no, que pensaba o no, que partes eran mías y cuáles eran suyas, que ideas me pertenecían, cuál era mi voz... empecé a recolectar mis bocetos olvidados.

Soltera? No. Sola. Por que reconozco que mi corazón no esta soltero... mi alma tampoco. Por eso sé que no soy soltera y que tampoco, puedo acompañar a nadie. No quiero ser la compañía de alguien. Quiero acompañarme a mí. A mí que me tenía tan olvidada.

Comencé reconociendo lo que no me gustaba, por que es más fácil probar comida y reconocer que tu lengua no esta hecha para probar eso y mucho menos digerirlo. Pero saber lo que quiero... es mucho más complejo. Entre los platillos de la mesa hay postres, comida, entremeses, aperitivos, platos fuertes, entradas.... uff. Sólo quiero la misma manzana de siempre: la verde, ácida, dura y jugosa de siempre; las fresas que son como lenguas juguetonas en mi boca, con ese color de sonrisa y ese olor de diversión que tanto me encantan. Una vez lo confesé o dos o tres, como fresas cada vez que quiero o estoy feliz. Pero ese platillo se acabo! Creo que entonces no quiero nada por ahora. La gula no lleva a nada.

Tomo mi manzana, una pluma y una hoja de papel para dibujar. Hago mi retrato color fresa, color rosa, color de quiero ser feliz. Muerdo mi manzana y me voy acompañada de mi compañía: estoy sola y no me hace falta ser soltera. Camino conmigo, duermo conmigo, me escucho, me cocino, como cuando pasaba las tardes en aquel departamento naranja. Estoy conmigo como hace años no lo hacía.

Mis compañeros de soledad son mis plumas y lápices, mis hojas en blanco, mi espada; mi recién nacido violín y mi recién parida grulla; mi hermoso atuendo de mujer guerrera, mis fotos, mis sueños.

Las compañías las llevo conmigo como nunca antes sabía que podían hacerlo. No soy completa... mente feliz, pero que demonios! me tengo a mí y me estoy recuperando! Ya me preocuparé después de compartirme, por el momento solo estamos me, myself and I...