sábado, mayo 29, 2010

viernes, mayo 28, 2010

Merlina comenzó su camino

Cuando la despidieron estaba incrédula de poder lograr algo.
Era tan pequeña (y se sentía igual) que el mundo le parecía amenazador, peligroso y temible.
Sentía tener sólo pedacitos de pan entre las manos.

Con miedo, guardó su pócima secreta (la que sólo ella podía hacer)
 y siguió el camino que le indicaron.

miércoles, mayo 12, 2010

Mujer... bicho

A veces me siento más útil que pequeña.

De la comunicación con el cliente del diseñador.

Cuando estuvimos en la licenciatura nos enseñaron que la relación de comunicación más importante era la establecida con el consumidor final de nuestros productos, sin embrago, la lección que he podido aprender en la escuela de la praxis laboral, me ha mostrado que en realidad, es el cliente.

Numerosos ensayos virtuales nos moldeaban un perfil inventado de nuestro usuario en nuestros primeros ejercicios proyectivos: nivel económico alto, sale a correr por las mañanas y su sueldo es arriba de los  $50 000 al mes, visita las tiendas departamentales y las asalta como dulcerías, al mismo tiempo su  nivel de consumo es elevado, también así el de desecho.

La mayor parte del tiempo, establecer una comunicación real con las demandas de quien presenta la problemática radica en acercarse a quien conoce el problema o dilema: el cliente, o quien hace la solicitud de los servicios de un diseñador. Estas son dos áreas distintas: en la primera, nos acercamos a través del objeto producido, en la segunda nos vinculamos a través de la oferta del servicio.

¿Cuál es la diferencia radical a considerar? Al consumidor se le ofrecen las ideas ya producidas, en realidad no sabe lo que quiere o busca específicamente, se basa de la oferta y demanda para consumir. El cliente tiene en mente ideas que para él o ella son difícil de traducir de manera proyectual en modo de espacio, objeto, sensación, emoción o servicio... el cliente no posee la facilidad para visualizar material, simbólica o conceptualmente sus deseos, aún así se guía por sus impulsos, se identifica con imágenes, símbolos o palabras, ideas que tal vez no sabía que existían en su repertorio figurativo, expresivo, abstracto, pero que sin embargo sabe decididamente que quiere.

El diseñador funge como alquimista dando forma a estas ideas, traducimos deseos, localizamos formas y colores transformando ideas sin forma de lo que se sabe que se desea pero aún no existe. Eso es crear. Sabemos manejar un lenguaje que no para todos es fácil construir y vamos del universo de lo simbólico (lo que el cliente conoce, entiende e identifica dentro de un núcleo compartido de ideas) al universo de lo tangible empleando la tipografía, los materiales, las dimensiones, las texturas, las formas, la composición... ese es nuestro dominio de lenguaje, mezclado a través del idioma de la creatividad.

En alguna de mis entrevistas de trabajo me preguntaron, ¿qué es para tí el diseño? y conteste:
- Es la manera creativa de solucionar problemas.
Olvide mencionar que es también un gran reto y que siempre soñé con ser maga, inventora y científica loca...

La comunicación con el cliente nos arrojó en nuestra primer venta de logotipo tres caracterizaciones de la demanda y composición formal: existe quienes se identifican con la representación más figurativa y esquemática para aquellos que que son más directos, estables y menos arriesgados; los que prefieren la abstracción (casi minimalista) y además son los clientes más arriesgados  que saben relacionar las formas básicas con el contexto (debido a ello no temen el mínimo de figuras y formas) es un nivel medio y sutil; y por último los conceptuales, para quienes se vinculan con un nivel más profundo de la proyección de la imagen: el sensorial o emotivo.

Ninguna de las tres demandas es errónea, mejor ni peor. Son simplemente tipologías operativas que varían según las demandas intelectuales, emotivas y culturales del cliente, sin tomar en cuenta la distinción de una sobre otra, pero que emanan de su variación compleja de observación de la imagen.

Así que recuerden: nunca olviden comunicarse con su cliente, escuchar sus opiniones, no generalicen por él o ella; generen la retroalimentación, muestren sus primeros bocetos y sus ideas finales, aconsejen pero no dictaminen. No es el cliente o ustedes quien tiene la razón! visualicen el intercambio de ideas como elemental para que tanto ustedes como su cliente puedan encontrar la forma de sentirse cómodos con la imagen, el producto, pero lo más importante: ofrecerán un verdadero servicio de solución y respuesta a lo que ellos necesitan.

Saludos!

viernes, mayo 07, 2010

Conclusión 2

Qué catástrofe deja la inexperiencia.
Qué fuertes juicios el desconocimiento.
Qué peligro ser impulsiva, cuando no se sabe que se esta saltando al vacío.

Conclusión 1

Eres mas fuerte sin duda,
que el eclipse ruin del tiempo y la mala memoria.

Más fuerte que las ganas
de retener el viento que se escapa en suspiros.

Eres más fuerte que el rencor,
nacido de las promesas fallidas.

Que el dolor ardiente, vencido se cree ante la conciencia.
Encuentro mi bendición en el perdón,
por que eres superior que la amarga pérdida,
la mejor y más grande de mis laceradas victorias.