Un día los ríos dejarán de ser camino y llegarán a los mares del sur o norte.
Los pies cansados encontrarán refugio a los miles de piedras pasadas.
La sinfonía del viento nos acompañe,
en el camino por encontrar nuestro espejo.
El frío hará crecer nuestros cabellos, como las hojas sueltas
que vuelan para llegar a algún sitio donde volver a nacer;
su camino se vuelve largo y hermoso.
El calor hará llover nuestra piel de recuerdos...
seguiremos caminando al compás de esta sinfonía
que es la sinfonía de la vida,
la del invierno y otoño; la del este y oeste
de la tuya y la mía; la de los otros. La única.
martes, junio 01, 2010
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1 comentario:
que bonita florecita!
se me hizo chistoso, platicar despés de tanto tiempo y sentirnos tan identificadas y en situaciones similares, y luego cuando leí tu sinfonía me sentí más acompañada y feliz,
te quiero, ojalá podamos encontrarnos relativamente pronto
gracias bonita
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