miércoles, septiembre 30, 2009

La generación de la desesperanza.

Somos la generación que nació pegada al televisor. Invadidos por caricaturas plagadas de héroes y villanos (He-Man, Thundercats, Los pitufos, Los alcones galácticos), de preguntas en torno a las diferencias enaltecidas de la búsqueda de la justicia  y la igualdad (X-Men, Hulk, Mafalda, Dragon Ball, Los Muppets ), de sufrimiento común y ordinario (Remy, Candy-Candy, Mafalda, Charlie Brown, el Correcaminos, Memin Pinguin). Y después nos llenaron de indiferencia y sarcasmo (Mafalda, Tom y Jerry, Charlie Brown, Archie, Los Simpson; luego Beavis and Buthead, Daria, Ren y Stimpy); los tres últimos fueron el comienzo de una catastrófica simpatía por la violencia que continuaría (South Park, Pokemon) hasta que alcanzamos el cinismo, la sinvergüenza, el sadismo y la promiscuidad... (La casa de los dibujos, Happy Tree Friends).
Además de que claro, podemos recordar las guerras que veíamos en los noticieros matutinos, diurnos y nocturnos:


Iran e Irak
En 1980
Ataque israelí en Irak  
En 1981


Guerra de Malvinas en el Atlántico Sur 
En 1982 


Israel invade el sur del Líbano  
En 1982


Intervención de EE.UU. en Grenada   En 1983

Incidentes de EE.UU. con Libia  
En 1986


Primera Intifada árabe en Palestina  
En 1987


Intervención de EE.UU. en Panamá  
En 1989


Guerras de secesión en Yugoslavia  
En 1991


Primera Guerra del Golfo contra Irak 
En 1991


usia y el conflicto de Chechenia  
En 1993


Kosovo y la intervención de la OTAN 
En 1999


Nueva Intifada árabe en Palestina 
En setiembre de 2000 


Invasión a Afganistan contra el talibán 
A comienzos de octubre de 2001

Invasión anglo-estadounidense a Irak 
En marzo de 2003


Guerra de Israel contra Hezbollah en Líbano 
En julio de 2006.




Por la Radio escuchábamos a Radiohead, Nirvana, The Verve, Pixies, Perl Jam, Smashing Pumpkins, Los Heroes del Silencio, La Maldita vecindad, Gloria Trevi, Sonic Youth, y debo además advertir que de éstos, nos hicimos fanáticos, enloquecíamos frente a la menor esperanza de escucharlos, de verlos, de ser como ellos! Críticos, distintos a todo, ácidos, depresivos y de ideales. Basta decir que a algunos no podemos escucharlos por las marcas que dejaron, por la gente con la que los relacionamos.


La vida privada se volvía pública y dramática, utópica e idealista. Las telenovelas nos invadían con dramas desde Carrusel, Cuna de Lobos, María la de Barrio, El Chavo del Ocho, El Chómpiras... Al mismo tiempo nos criamos con Plaza Sésamo que se desarrollaba en una vecindad como la del Chavo, nomás que sin golpes, tortas de jamón escuálidas o chismes, si eras niño podías preguntar, imaginar y ser feliz. Disney nos regalaba cada año una historia fantástica de musicales, niñas hermosas, caballeros valientes, osados y que como máximo buscarían lograr un matrimonio fantástico, por que las mujeres buenas y hermosas es lo que merecen. 


Para variar México ha estado en dos crisis anunciadas como "la peor" por la que hemos pasado; al menos dos devaluaciones de nuestra moneda, tratados de libre comercio o libre robo, invasión de transnacionales y el falso interés de EEUU por ser parte de los países de "norteamérica", para alejarnos de nuestras raíces latinas...


Por que será que a veces no queremos mirar los periódicos, nos da apatía escuchar de la guerra contra el narcotráfico, la guerra de Irak, las muertas de Juárez, el conflicto desarrollado por el trabajo y a veces, sólo a veces padecemos de cáncer, tabaquismo, alcoholismo, adicción al trabajo, estrés, depresión post, pre qué más da?... continúa...

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